Éste es mi quinto semestre en la UOC. Quién me iba a decir a mí, que dejé los libros hace veinte años, que ahora volvería a tener los nervios por los exámenes, la preocupación por hacer bien mi tarea, por aprender, por aprovechar el tiempo, eso que no tenemos, y que sacamos de donde podemos, pagando, claro, la familia, los amigos... Y es que compaginar el estudio con el trabajo es algo complicado y duro.
La verdad sea dicha es que la UOC me ha permitido, en primer lugar, satisfacer ese gusanillo que llevo dentro, de intentar aprender, de buscar cosas nuevas de mi profesión y, por otra parte, conocer a personas de todos los lugares de España, hacer algún que otro amigo, compartir experiencias, anhelos, ilusiones...
Espero, dentro de algunos años, poder acabar la diplomatura de Ciencias Empresariales. Es una carrera de fondo la que tengo por delante y espero no desfallecer en el intento, ya que para mí sería frustrante.