Cuando empecé en el 94 a estudiar la diplomatura en Empresariales en Logroño, me parecía imposible terminar la carrera. De hecho la tuve que dejar abandonada unos años por ser incompatible con mi trabajo y mi vida familiar. Pero en el año 2002 llegó la solución para mí: me matriculé en la UOC. Ya hacía un par de años que la conocía y me costó bastante dar el paso de matricularme; suponía para mí un nuevo reto que no podía dejar a medias. Ahora ya sólo me quedan dos años y medio para terminar la carrera y casi me parece imposible... Todo un sueño hecho realidad.
Estoy convencida de que la universidad virtual será el futuro para muchas personas y para muchas universidades. De hecho, algunas ya plantean la posibilidad de hacer algunas asignaturas virtuales.
En fin, muchas gracias a la UOC por la gran oportunidad de terminar mis estudios.