En 2001 dimití de mi cargo de concejal en mi ciudad, después de seis años (una legislatura y media), por decisión propia debido a problemas personales. Como nunca me liberé durante mi etapa política y trabajaba durante el día en mi puesto de trabajo y por las noches en el Ayuntamiento hasta altas horas de la madrugada, decidí que la costumbre de "trasnochar" la podía emplear en mí mismo, y decidí matricularme en la UOC. Yo mismo era escéptico acerca de mis posibilidades de acabar mis estudios cuando empecé. Después de tantos años sin estudiar me parecía imposible, la verdad. Ahora, prácticamente estoy finalizándolos, y realmente creo que el esfuerzo ha merecido la pena y que esta experiencia universitaria me ha permitido demostrarme y demostrar que, con esfuerzo, tesón y sobre todo ayuda por parte de la UOC, es posible obtener un título universitario y, más aún, participar de esta comunidad que tan amable y cordialmente me acogió.