Para los que pasamos hace mucho tiempo los cuarenta, que en su momento nos dedicamos a otras cosas, pero siempre teníamos dentro esa espinita; que nos costaba trabajo reconocer que nos equivocamos al no continuar; y que habíamos intentando tantas y tantas historias paralelas... La UOC ha sido nuestra particular piedra filosofal: nos ha permitido estudiar y trabajar, compaginar nuestra vida familiar y el reto de alcanzar nuestra meta particular; conocer a compañeros, profesores, situaciones que te abren tu horizonte... y las ventanas dejan de ser cuadradas, para adoptar las formas más oportunas en cada momento.