Conocí la UOC por medio de un anuncio en la prensa. En seguida comprendí que, al no ser presencial, era precisamente lo que necesitaba para poder estudiar Derecho, que era mi segunda vocación. Soy médico especialista en oftalmología, con treinta años de ejercicio profesional. A pesar de mi edad, el trabajo, mi familia con tres hijos, etc., empecé con gran ilusión. Encontré a una gran tutora, Anna Rovira, y a grandes profesores, como Lourdes Salomó. He de reconocer que sólo uno en toda la carrera no dio la talla para ser profesor de la UOC, pero el Civil V se superó gracias a que en mi escalera viven un catedrático de Civil de la UB y una jueza. Actualmente he terminado la carrera y puedo decir que se puede hacer mucho bien a personas con pocos recursos y que no tienen quien las asesore. Ánimo a todos para que perseveren, porque nunca es tarde para hacer nada positivo y la UOC es el medio ideal para conseguirlo.