Yo empecé en marzo del 98, primero hice Empresariales y ahora me quedan 2 semestres para acabar ADE. A lo largo de estos años me han pasado muchas cosas buenas y alguna mala. Ahora puedo decir que el hecho de haber estudiado ha comportado un fuerte sacrificio para mí y para mi hijo, pero a cambio he obtenido estabilidad, conocimientos y, probablemente lo más importante, sentirme capaz de luchar por lo que haga falta.