Me acuerdo de que me matriculé en la UOC para acabar la carrera que empecé en 1987 en la UB. Era el 14 de diciembre de 2001 y caía una tromba de nieve que casi me obligó a volver a casa sin matricularme. Iba en mi coche por la autopista pensando, ¿merece la pena arriesgarse a tener un accidente por conseguir un sueño? Ahora puedo decir que sí. Me queda menos de la mitad de la carrera y le he cogido tanto gusto a estudiar desde casa, que cuando acabe con Ciencias Empresariales seguiré con ADE o Investigación y Técnicas de Mercado.