Cuando oí hablar de la UOC por primera vez sentí como una especie de presagio. Al pensar en ello consideraba que era toda una odisea hacer unos estudios universitarios por Internet, y admiraba a quienes se habían lanzado a esta aventura. Unos años más tarde, en abril o mayo de 2001, decidí dar el paso y matricularme en Derecho, estudios que hacía mucho tiempo había tenido que dejar por motivos de incompatibilidad de horarios con el trabajo. Casado y con dos hijos, desarrollando un trabajo de responsabilidad y sin tener ni idea de Internet, pues ni en casa ni en la oficina tenía acceso a la red, como mucho el correo electrónico, cogí el timón y empecé a navegar por el Campus, por la Biblioteca Virtual, buscando en las bases de datos jurídicos... todo un reto y a la vez un gran descubrimiento para mí.
Han pasado más de tres años. Si Dios quiere y con la ayuda de mi familia, dentro de un año habré alcanzado una meta que veía imposible y que gracias a la UOC podré hacer realidad: licenciarme en Derecho. Desde aquí aprovecho para agradecer y felicitar una vez más a toda la gente de la UOC, tanto al personal docente como a mis compañeros, por su espíritu motivador y solidario que tanto la caracteriza, mérito que se multiplica al ser el escenario el mundo de la red. Realmente donde hay fe y sentimientos no existen distancias.
Me siento muy orgulloso de pertenecer a esta gran comunidad.
¡Feliz aniversario!