Una gran experiencia en todos los sentidos. Una carrera apasionante quizás inútil en este mundo pragmático que mide el valor de las cosas en rendimiento económico, pero muy provechosa en ilusión y crecimiento personal. Un nivel de exigencia muy alto, que me ha permitido aplicar el valor del rigor y el esfuerzo mucho más allá de mi "inútil" carrera. Y unos profesores buenísimos, académica y humanamente. Una anécdota: matriculada de Informática aplicada a las ciencias humanas y sociales tan poco humanista como es esta asignatura viví uno de los momentos más humanos de la carrera. Yo pasaba por un momento personal delicado y, habiendo hecho casi toda la evaluación continua, me hundí y abandoné el trabajo, pero no fue fácil... porque mi profe no paraba de enviarme mensajes de ánimo y orientaciones para el seguimiento de la asignatura, una verdadera avalancha de mensajes nada cibernéticos y muy cálidos él no sabía nada de cómo me encontraba, sólo sabía que pensaba dejarlo. Total, que cada vez que abría un mensaje suyo, sensible como estaba, no hacía más que llorar. Bien, os diré que finalmente fui a examen, que aprobé la asignatura justito, pero aprobada y que poquito a poquito se me fue arreglando la vida... las circunstancias... y la terapia que sin saberlo me hizo el profe.