Paseaba por Shangai, hace algunos meses, hacia mediados del mes de junio de 2004, con Francesc y Lluís, dos compañeros de trabajo de la universidad, cuando nos cruzamos con un grupo que hablaba en catalán. La sorpresa al oírnos hizo que nos detuviéramos y que charláramos un rato. Nos explicamos lo que hacíamos unos y otros por aquellas tierras. ¡La sorpresa fue mayúscula cuando uno de ellos nos dijo que estaba estudiando Humanidades en la UOC, e incluso comentó que estaba encantado! Sinceramente, he de decir que al incorporarme a la UOC como profesor, de eso ya hace más de seis años si no me falla la memoria, nunca me habría imaginado que una situación como ésta pudiera ser una realidad.